Tal parece que la crisis que hoy por hoy afecta el municipio Caroní en el área de la salud toma giros inesperados frente a las circunstancias que se puedan presentar, como el caso que recientemente se presentó en el hospital Dr. Raúl Leoni Otero, en Guaiparo, San Félix, cuando un pequeño incendio causó pánico entre pacientes, trabajadores y familiares de los que allí estaban. Nueva Prensa Guayana
Pese a las versiones que se presentaron ante el hermético caso de lo que en principio era un conato de incendio, una fuente que prefirió mantener su identidad resguardada se pronunció para que la población guayanesa supiese realmente qué adversidades fueron las que produjeron tanto pánico entre las personas que permanecían en la institución el pasado jueves 25 de junio.
El ciudadano informó que el acontecimiento se suscitó por una falla eléctrica, que aunque no dejó grandes pérdidas materiales ni lesionados, caracterizó como un cortocircuito en el área del Banco de Sangre ubicado en el piso uno de la sede hospitalaria, ésta circunstancia avivó las llamas que terminó subiendo hasta los aires acondicionados tipo split.
El fuego se generó cuando el toma corriente de voltaje 220 sufrió un recalentamiento interno entre el cableado y explotó, lo que de inmediato derritió la cobertura plástica de uno de los aires que permanecía encima del enchufe, adicionalmente el cortocircuito llevó a que dos artefactos de este calibre se dañaran por el fuerte paso de corriente eléctrica.
Debajo del enchufe también se encontraban materiales inflamables como cajas de cartón, papeles y un mesón de madera que además quedó inservible, la fuente aclaró que la mezcla de los químicos también añadieron fuerza a las llamas, pese a que las enfermeras de turno lograron sacar del área todas las muestras de sangre.
Inicialmente la versión que había cobrado más fuerza al momento de la investigación fue la explosión de una de las consolas de los aires acondicionados, sin embargo áreas como quirófano, Sala de Maternidad y el Banco de Sangre siguen afectadas, aunque la situación se dé por “solventada”, pues aunque el hospital continúa operativo atendiendo a los pacientes que ingresan todavía no han aprobado el presupuesto para reestructurar totalmente las zonas lesionadas.
Actualmente cuentan únicamente con la limpieza del lugar y se está iniciando la restauración de paredes, en el tema de la pintura, aunque los aparatos eléctricos aún no han sido cambiados, pues todo depende del manejo que haga la directiva de la institución médica en cuanto a este tema.
Otras carencias
“Lo que falta es personal” señaló la fuente, quien explicó que solo dos ingenieros se desempeñan en los espacios de mantenimiento y electricidad, uno por cada extensión, para lo demás cuentan con cinco personas aproximadamente para que se encarguen de realizar labores de plomería, mantenimiento eléctrico y pintura.
Dos contratas tiene el hospital Dr. Raúl Leoni Otero, la primera se encarga de la limpieza del sitio y la segunda de los cambios que se le deben realizar a los aires acondicionados de la central médica de Guaiparo, por lo que exigió emplear más personal para que se encargue de las demás áreas, “mínimo serían 30 personas, porque con los que están no se dan abasto”.
Además de esto trabajadores han denunciado la agresión psicológica a la que someten tanto al personal como a los pacientes de la mano de los milicianos que permanecen resguardando la zona, la semana pasada una mujer calificó de “irrepetuoso” que los funcionarios les quitaran los documentos de identidad a los acompañantes de enfermos que requerían una silla de ruedas, cédula que sería devuelta al momento de entregar la herramienta de apoyo.
Uyapar no se queda atrás
Varias familias denunciaron el pasado viernes 26 de junio que desde el miércoles 24 en el hospital Uyapar, de Puerto Ordaz, se les estaba inyectando solución fisiológica, preparada al 5%, a los recién nacidos porque en el área de Retén Sano no tienen leche para darles, “y por supuesto esos niños están llorando del hambre” indicó una mujer.
Asimismo parientes de las parturientas y de los bebés exigieron que éstos fuesen alimentados de acuerdo a lo estipulado en la legislación venezolana, porque de no asistirlos de la manera que deben hacerlo “estarían violando sus propias leyes”.
La crisis que impera en los hospitales, no solo en el municipio Caroní, es un secreto a voces, en una oportunidad la madre de una joven que se hallaba en la sala de parto del hospital de Guaiparo afirmó “ellos -refiriéndose a los mandatarios nacionales- piensan que uno no sabe nada y pretenden tapar el sol con un dedo”, pues además de la escasez de insumos quirúrgicos en las sedes médicas los acompañantes de los enfermos se han visto en la necesidad de recorrer diferentes farmacias para poder comprar alguna medicina o implemento que no hay en el hospital.
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fuente: vzabala
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