El pintor ruso Vasili Kandinski dijo que el color es un medio para ejercer influencia directa sobre el alma y eso es lo que le sucede a aquellos viajeros que tienen la suerte de visitar la ciudad de Bergen en un viaje a los fiordos noruegos. El hecho de que una ciudad con tonalidades tan vivas y alegres sea uno de los mejores legados que nos ha dejado la austera y gris Liga Hanseática puede parecer una paradoja, pero bendita contradicción.
Bergen está emplazada en un entorno realmente privilegiado. Desde los miradores del monte Fløyen te das cuentas que esta ciudad podría ser fruto de la imaginación de Monet, Renoir, Sorolla o algún maestro del color que ha jugado a ser Dios pintando un lienzo con el azul intenso del agua de los fiordos, el verde profundo de los valles y los rojos, amarillos y azules del icónico barrio de Bryggen. Tu alma necesitará poco tiempo para quedar atrapada ante tanta belleza. No puede haber viaje a Noruega sin Bergen, al menos la primera vez.
El sueño del rey vikingo Olav Kyrre “el Pacífico” ha sobrevivido a 34 incendios y a varias guerras para convertirse en una ciudad tranquila, elegante y muy atractiva. Vamos a ponernos zapatos cómodos y a cortejar poco a poco a esta hermosa dama llamada Bergen, el corazón multicolor de los fiordos noruegos.
¿Cómo se llega a Bergen?
Tenemos la gran suerte de que existen muchas conexiones y vuelos directos a Noruega desde España. En concreto para llegar al Aeropuerto de Bergen-Fiesland disponemos de trayectos desde Barcelona, Málaga, Murcia y Alicante (suertudos que somos de vivir aquí). Una de las opciones más sencillas y económicas para viajar directamente a los fiordos noruegos es tomar un vuelo directo de Barcelona a Bergen con Vueling.
Una vez en el aeropuerto es muy sencillo llegar al centro de la ciudad, sólo tienes que tomar un autobús que parte de la terminal cada 15 minutos y que tarda aproximadamente unos 40 minutos. Tiene paradas en los principales hoteles de Bergen.
¿Cuantos días me recomiendas estar en Bergen?
Una cuestión relativa que depende de muchos factores, especialmente de los días de viaje o el tiempo que quieras dedicar a explorar los fiordos noruegos. En nuestro primer periplo estuvimos un total de 11 días en Noruega, de los cuales disfrutamos de cuatro días/tres noches en Bergen, aunque tomamos esta ciudad como base de operaciones para visitar otros lugares cercanos. El segundo viaje se centró exclusivamente en Laponia Noruega y en el tercero (del que acabamos de regresar) también pasamos tres días en Bergen. 72 horas sería el mínimo recomendable para visitar con calma la ciudad.
Desde Bergen tienes muy cerca algunos de los paisajes más espectaculares de los fiordos noruegos por si quieres restar tiempo a la ciudad y dedicárselo a la exuberante naturaleza que envuelve esta colorida urbe. En el equilibrio está la clave del éxito.
¿Es cara la vida en Bergen?
Antes de viajar debes saber que Noruega, en general, es un destino con un nivel de vida muy alto y eso, lógicamente, hace que los precios sean superiores a los de España. Bergen es además de las ciudades más turísticas de los fiordos noruegos y eso lo nota también el bolsillo.
Una forma de ahorrar en tu visita a la ciudad es la Bergen Card que te ofrece muchísimos descuentos y acceso gratuito a la mayoría de lugares interesantes y también en los transportes. Además, las actividades relacionadas con la naturaleza son completamente gratuitas, con el añadido de disfrutar de paisajes que parecen sacados de los versos de un poeta.
¿Dónde alojarte en Bergen?
Ser una ciudad tan hermosa y deseada hace que Bergen tenga una excepcional oferta hotelera, aunque es mejor que empieces a buscar alojamiento con mucho tiempo de antelación, especialmente si quieres viajar en verano o si tu visita coincide con alguno de los populares festivales que se celebran allí.
En la ciudad y alrededores, podrás encontrar alojamientos para todos los gustos y bolsillos. Desde campings, a B&B, pasando por alguna antigua casa hanseática u hoteles muy funcionales con pragmáticos y vanguardistas diseños escandinavos. En el primer viaje nos alojamos en el Comfort Hotel Holberg a unos pasos del puerto, mientras que en nuestra última estancia en la ciudad dormimos en el Thon Hotel Bergen Brygge y en el espectacular Scandic Ørnen.
¿Qué ver en Bergen?
Bergen es el corazón multicolor de los fiordos noruegos y una ciudad que merece ser degustada con calma y delicadeza, como si fuera el más dulce de los manjares. Su barrio hanseático, sus animadas terrazas, una oferta museística de primer nivel o su espectacular entorno serán como flechazos directos al corazón. Teniendo en cuenta que estarás unos tres días, te recomendamos los siguientes lugares para visitar en Bergen:
- Sí o sí, la primera parada en Bergen tiene que ser el pintoresco barrio de Bryggen y sus inconfundibles casitas de vivos colores. Por un lado, tiene ese ambiente portuario tan especial con un ajetreo constante de gente que va de aquí para allá. Por otro, la pulcritud de las ciudades escandinavas. El barrio de Bryggen en Bergen es una zona medieval que fue declarada Patrimonio de la Humanidad y que está perfectamente diseñada para provocar la admiración en los centenares de turistas que descienden cada día de los cruceros que atracan en la ciudad. No te pierdas el Museo Hanseático y el museo Schøtstuene. En cuanto a edificios singulares, en cuestión de pocos metros puedes visitar la Torre Rosenkrantz, la sala de Håkon, la vetusta Mariakirken o la Domkirken.
- La visita al Mercado del Pescado de Bergen es una experiencia multisensorial. Es un tanto caótica, pero muy alegre. Algo de culpa tendrán los muchísimos trabajadores españoles que venden pescados y mariscos bajo sus lonas. El viajero puede probar in situ, o llevarse para casa, lo mejor del mar del norte a unos precios muy razonables. Las verdaderas estrellas son el salmón salvaje y el bacalao skrei, aunque no podéis dejar de probar el cangrejo real, la ballena ahumada o las gambas saladas. El festival de sabores y sensaciones puede ser épico.
- Bergen desde arriba impresiona. Contemplar los fiordos noruegos desde el monte Fløyen es una maravilla. Las casitas de colores que lo salpican todo, el verde de las montañas y la vegetación que se precipita sobre el fiordo. El Bergen a vista de pájaro no tiene nada que envidiar al Bergen terrenal. Además en la zona hay muchísimas rutas interesantes para los que quieran practicar senderismo y un parque precioso para los más peques de la casa. Otra vista privilegiada de la ciudad es la que nos regala el Monte Ulriken que con sus 643 metros de altitud es la cumbre más alta de Bergen.
- También merece la pena dedicar unas horas a pasear sin rumbo por el barrio de Nordness, donde las cuestecitas empedradas están jalonadas de casitas de madera con puertas de colores. Por la zona se encuentra The National Stage, el fantástico teatro de Bergen, que en el siglo XIX dirigió el genial dramaturgo Henrik Ibsen.
- Los amantes del arte no pueden dejar de visitar el magnífico KODE. Esta sala de exposiciones tiene varios edificios dedicados a algunos de los artistas más importantes de la escena noruega como el universal Edvard Munch. El exterior presidido por el lago Lille Lungegårdsvann es una de las zonas más tranquilas e ídílicas de Bergen para desconectar.
- Si viajas en verano una de las paradas obligatorias es la plaza Torgallmenningen donde actúan muchísimos artistas callejeros. Suele ser un hervidero de gente y no es nada complicado ver a los turistas reponiendo fuerzas con un perrito caliente o un helado, sobre todo, junto a la estatua Sjøfartsmonumentet o monumento a los marineros. También es una buena zona para ir de compras.
- Para los que viajamos con niños puede ser interesante al Akvariet. Lo más destacable del lugar son los distintos espectáculos que hay a lo largo del día, que normalmente coinciden con la alimentación de los animales.
¿Qué lugares de Bergen te quedaste con ganas de ver?
La verdad es que pese a haber estado dos veces en Bergen siempre te quedan cosas en el tintero. Tenemos una imagen bastante completa de la ciudad, aunque nos hubiera encantado tener algo más de tiempo para visitar el Museo de Bergen, el Museo Edvard Grieg o la iglesia medieval de madera de Fantoft.
¿Cómo me muevo por Bergen?
Sería imperdonable que no te movieras andando por Bergen. Se trata de una ciudad muy cómoda para ser descubierta caminando o en bicicleta. No creemos que te haga falta tomar taxis pues las distancias entre los lugares de interés son muy cortas. No obstante, existe una compañía de autobuses locales y un tranvía.
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