El arte muestra una y otra vez cómo un ser humano puede adaptarse a sus limitaciones. Por ejemplo el artista John Bramblitt empezó a pintar luego de perder la vista en el año 2001. El pintor comparte su arte en su página de Facebook.
Bramblitt es “funcionalmente ciego”, es decir solo distingue entre oscuridad y luz. Este mal, causado por complicaciones con su epilepsia, causó una gran depresión en el hombre “hasta que descubrió la pintura”.
“Él aprendió a distinguir entre pinturas de diferentes colores sintiendo las texturas en sus dedos. Aprendió a pintar utilizando líneas en relieve para ubicarse en el lienzo y mediante algo llamado ‘visualización háptica’ que le permite ver a los objetos mediante el tacto.
“El arte reformó mi vida”, señaló el artista en su página web. “Todo el mundo tiene un artista en algún lugar de ellos; a veces solo necesitan un poco de ayuda dejándolo salir”.
Añadió que hasta que perdió la vista no tenía un verdadero entendimiento de qué es el arte y de sí mismo. “Cuando veía y hacía el retrato de alguien, calificaría que tan efectiva era el dibujo por cuánto este se asemejaba a la persona. Esa concepción ahora me parece vacía. Una persona está hecha de piel y huesos, líneas y curvas, es verdad, pero también está hecha de ideas, emociones, impresiones, experiencias, memorias y sentimientos crudos”.
Más de las obras de Bramblitt pueden encontrarse en su página de Facebook o en su página web
personal.
Fuente: rsvlts
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fuente: ricardom
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