Las duras medidas contra el ébola puestas en marcha en varias zonas de Estados Unidos recibieron hoy numerosas críticas por su falta de claridad y las consecuencias negativas que podrían tener a la hora de combatir la enfermedad en África.
Desde que el pasado viernes los estados de Nueva York y Nueva Jersey anunciaron por sorpresa que aislarían a cualquier persona que llegase a sus aeropuertos tras haber estado en contacto con enfermos de ébola, las dudas sobre esa medida extraordinaria -a la que también se ha sumado Illinois- no han hecho más que crecer.
“Este es un extremo realmente inaceptable y creo que mis derechos humanos básicos se han violado”, dijo hoy a la CNN la primera afectada por ese protocolo, la enfermera Kaci Hickox, que ya el sábado se había quejado del trato recibido.
Hickox aterrizó el viernes en el aeropuerto internacional de Newark (Nueva Jersey) y, pese a no presentar síntomas del virus, fue puesta en cuarentena en una tienda de aislamiento en el hospital universitario de la ciudad.
Para la enfermera, que regresó a EE.UU. tras estar con Médicos Sin Fronteras en Sierra Leona y que ha dado negativo en las pruebas de ébola, es “inhumano” poner en una “prisión” a los sanitarios por el mero hecho de haber trabajado en países considerados de riesgo.
“Siento que el miedo está ganando ahora mismo, y cuando el miedo gana, todos perdemos”, dijo Hickox en una entrevista por teléfono.
La enfermera arremetió además contra el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, por decir que estaba enferma después de presentar una temperatura más alta de la normal en un control en el aeropuerto, aunque después se descartó que tuviese fiebre.
“Lo siento, pero esas son declaraciones completamente inaceptables en mi opinión”, dijo a la CNN Hickox, que insistió en que decir que está enferma es “categóricamente falso”.
Las críticas a Christie y a su homólogo de Nueva York, Andrew Cuomo, han llegado también desde las autoridades federales.
Hoy, el principal responsable del control de enfermedades infecciosas en el Gobierno, Anthony Fauci, advirtió que las cuarentenas obligatorias pueden disuadir a muchos médicos de ofrecerse para combatir el ébola en África Occidental.
“Hay otros pasos que se pueden dar para proteger a los estadounidenses basándose en las pruebas científicas y que no van necesariamente tan lejos como para tener las consecuencias imprevistas de desincentivar a los trabajadores de salud”, dijo en una entrevista en televisión.
Fauci recordó la posición del Gobierno de Barack Obama de que la “mejor forma de detener la epidemia” de ébola “es ayudar a la gente en África Occidental”.
“Eso se hace enviando a gente allí, no solo desde EE.UU., sino desde otros lugares. Tenemos que tratar a la gente que vuelve (de la zona) con respeto” y no someterlos a medidas “draconianas”, señaló Fauci a NBC News.
Mientras, Christie defendió la medida y pronosticó que, tarde o temprano, se convertirá en la tónica a nivel nacional.
“No tengo dudas sobre la acción que hemos tomado. Mi conclusión fue que necesitábamos hacer esto para proteger la salud pública de la gente de Nueva Jersey (…) y creo que los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU.) eventualmente se sumarán a nuestro punto de vista en esto”, dijo.
Sin embargo, los CDC no están nada contentos con la decisión, según aseguró hoy bajo condición de anonimato un funcionario público a la CNN, que criticó que Christie y Cuomo impusiesen las cuarentenas de forma unilateral, sin informar siquiera al Ayuntamiento de Nueva York.
Médicos Sin Fronteras también lamentó en un comunicado la “notable falta de claridad” de las nuevas normas estatales y subrayó la necesidad de que se garanticen derechos y un trato razonable a los sanitarios que vuelven de África.
Los estados no han especificado qué pasaría si uno de esos profesionales se niega a ser aislado, pero Cuomo dejó claro hoy que la cuarentena es aplicable legalmente.
Mientras tanto, el estado del médico Craig Spencer, la primera persona diagnosticada con ébola en Nueva York y cuyo caso provocó la reacción de las autoridades, empeoró en las últimas horas.
Según fuentes médicas, Spencer -que contrajo el virus en Guinea- ha entrado en la siguiente fase de la enfermedad y ha empezado a presentar síntomas gastrointestinales, mientras es tratado con sangre de una mujer que superó la infección.
Su prometida, que ha dado negativo en las pruebas, dejó el hospital en la noche del sábado y permanece en cuarentena en su domicilio, una situación en la que también permanecen dos amigos del enfermo que tuvieron contacto con él antes de que fuese ingresado. EFE
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Fuente: jarias
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